Hoy me he sentido ridícula.
Queriendo que mis alumnos comprendieran la belleza de un poema o, simplemente, que lo entendieran, me dediqué a expresar con el cuerpo, el alma y la palabra lo que quería decir.
Se rieron.
Me sentí ridícula, pequeñita.
Yo quería que descubrieran lo que tanto tiempo me ha costado entender porque nadie me lo enseñó. Yo que puse mi alma... me sentí rota por dentro. Pensé que no valía la pena nada de lo que hacía.
No pude echarme a llorar porque tenía que entrar en otra clase. Me esperaban otros niños a los que enseñar, consciente de que podría volver a sentirme igual.
¡Ojalá trabajara en una biblioteca y sólo tuviera que dar libros, ordenarlos y, como mucho, recomendar lo que le podría interesar a cada niño.
¿Seré capaz de aguantar esto mucho tiempo?
Machacamos al diferente, al débil, a cualquiera que pensamos que está alejado de nuestra forma de pensar o de ser.
¿Quién dice que somos humanos?
Y todo esto me lo ha recordado una canción de Malú:
3 comentarios:
Se debió borrar mi comentario que mande hace un par de dias.
En el te decía, que los niños pueden ser muchas veces crueles, pero en el fondo, cuando son mayores, un buen día, se reunen unos cuantos y comentan, ¿Os acordais de aquella profe que tuvimos y nos enseñó a apreciar un verso? era estupenda"Así que no te apenes, ahora quizás no comprenden muchas cosas
Un beso
Tia Pili
(Esperemos que esta vez salga)
Quizás tengas razón, pero es muy duro enfrentarse día a día con niños a los que intentas enseñar algo y ver que todo es inútil.
No captan el sentido y la utilidad de lo que enseñas y terminas cuestionándolo tú también.
Son muchas horas y muchos años luchando con todas tus fuerzas y energías, con pocos resultados.
Y nosotros vamos cumpliendo años, pero los que se sientan delante de ti siempre tienen la misma edad y la misma energía... porque son otros.
Además, todos nosotros, adultos, llevamos atrás otras vidas y otros problemas que tiran de nosotros para abajo.
Siento decir que no somos superhombres ni supermujeres.
Y yo que venía a echarte la bronca por no actualizar el blog...
Ay, mamá. No te lo tomes como algo personal. Son unos críos inmaduros, pero ya aprenderan, y te garantizo que te recordarán con aprecio. A ti y a tu pasión por enseñar. ¿Qué poema era?
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