SE LO JURO, SEÑOR PRESIDENTE, SOY INOCENTE.

30 de agosto de 2010

De modo que me pongo a repasar lo sucedido en los últimos meses y cómo lo he plasmado (aunque poco) en mi blog.

Y lo que me encuentro es que hace unos meses pensaba que era imposible que nos congelaran el sueldo otra vez más a los funcionarios.

Y nos han bajado el sueldo.

Pero se ha hecho sutilmente... Primero se nos desprestigia, aprovechando los tópicos del funcionario maltrabaja; luego, se apela a la solidaridad con los parados de la empresa privada, que en muchas ocasiones se han enriquecido a costa del dinero negro; por fin, se considera que nos lo merecemos.  ¿Quiénes? Los bomberos o policías que arriesgan su vida por ayudar a los demás, los médicos y enfermeras que nos curan, los profesores que luchan con nuestros hijos para que aprendan, los administrativos que aguantan nuestras neuras cuando vamos a arreglar los papeleos que nos corresponden

De los que realmente son ricos y poderosos, nadie habla. Son tan poquitos... que no se resuelve nada aumentándoles los impuestos, dice Carlos Herrera.

Señor mío, que nosotros no hemos creado la crisis, que nosotros nos limitábamos a trabajar cada vez en peores condiciones y cada vez más controlados. Que en muchos casos compramos el material que necesitaremos para nuestro trabajo, como ordenadores o libros.

¿Por qué no le echa valor y hace que lo paguen los realmente culpables de la crisis? ¿Acaso no se atreve con las corporaciones internacionales y los banqueros? ¿Son acaso ellos sus dueños?

Pues parece que sí.

Así que a nosotros nos queda callar y aguantar lo que nos echen.

Y preparémonos para el septiembre que entra. ¿Qué se apuestan a que terminará ese mes y estaremos como los peces que se asoman a las orillas a respirar, porque ya no pueden con la contaminación?

En cualquiera caso, señor Presidente, se lo juro: Yo no fui la que creó la crisis, así que no la pague con nosotros.