BANDERAS

19 de agosto de 2010


Hace un mes que España ganó los mundiales de fútbol, y todavía vemos en muchos balcones la bandera rojigualda.

¿Tan futboleros somos o el asunto va más allá?

En tiempos de Franco, la bandera de España estaba por todas partes. A su muerte, parece que hubiera sido secuestrada por determinada ideología de extrema derecha: llevar una pequeña pegatina de ella en la correa del reloj, te identificaba como partidario de una ideología de extrema derecha. Los que no fueran de Falange o de una ideología similar, bien que evitaban llevarla.

Así, nos quedamos huérfanos de un símbolo que nos identificaba como país.

Luego llegaron los nacionalismos. Cada uno ensalzaba su bandera y evitaba de todas las formas posibles la de la nación. Se la quemaba en las manifestaciones y mítines.

La bandera española quedó para el arrastre, escondida, y todos lo que no eran nacionalistas en el País Vasco y Cataluña (y, a veces, en Galicia) no tenían más remedio que callarse y evitar manifestarse como partidarios de su uso. Daba hasta vergüenza exhibirla.

Era una situación de locos en un país supuestamente democrático.

Ahora España gana el campeonato del mundo. Ha habido intento de quitarle importancia. Pero había motivos para hacer manifestación del orgullo de ser español. Y se ha aprovechado la oportunidad.

Aún siguen muchas banderas en lo balcones. ¿Es por orgullo por el triunfo de la selección española? No, o al menos, no es sólo eso. Con ese pretexto, por fin podemos manifestarnos como españoles, sin vergüenza. Parece que hemos recuperado nuestra bandera y hemos superado el miedo de manifestarnos como tales.

Y eso es bueno. No hay nada más triste que no poder manifestar una opinión ni una emoción en un país democrático por miedo.

Por una vez en la vida, viva la bandera que nos identifica como tribu. A través de algo tan poco importante como que hayamos ganado un campeonato, hemos recuperado algo de normalidad democrática.

5 comentarios:

Mª Pilar dijo...

Me ha gustado tu comentario porque yo opino lo mismo, la pena, es que haya tenido que ser unos partidos de futbol los que han despertado el patriotismo. Pero bueno, por lo menos hemos conseguido que todavía ondeen las banderas en algunos balcones sin miedo a que te insulten.
Muchos besos y espero lo pasaseis bien en las vacaci0nes

Besos tia Pili

donarturo dijo...

Hola Tete:
Me ha encantado esta reflexión. Yo puse una bandera en el balcón de mi casa y no te puedes imaginar la cantidad de ¡HOMBRE TÚ CON LA BANDERA! de los diferentes energúmenos propietarios de la patria y sus atributos que me rodean.
En fin, con sentido del humor cargado de un poco de afectuosa maldad, yo les cantaba eso de YO SOY...ESPAÑOL, ESPAÑOL, ESPAÑOL.
Ciertamente,algunos superpatriotas piensan que para poder lucir la bandera hay que ser muy de derechas. En el fondo lo que les jode es que los ciudadanos que no lo son (de izquierdas o no) les estén quitando la exclusividad de "propietarios únicos del amor a España"; o sea, de la España que a ellos le conviene.
FELICIDADES POR EL BLOG.
SIEMPRE LO DIJE: ¡¡¡TÚ SI QUE VALES NENA!!!


BESOS

Anónimo dijo...

¿por que no le damos la vuelta a la tortilla? ¿por que yo no puedo exibir la bandera de mi querida república en mi balcon? ¿sabeis por que? por que hay cierto personajes que dicen textualmente ``rojo de mierda´´ si soi rojo y me siento andaluz y no español ¿eso es un delito?.
Dices que se tenia miedo a mostrar ese caracteristico orgullo español ¿por que ahora no puedo mostrar yo mi orgullo proletario,republicano o simplemente independentista andaluz? bueno hay dejo la cuestion profe espero que respondas a mi comentario

tetemari dijo...

Que quieres que te diga. El ser diferente, se paga. Tú tienes que decidir si quieres ocultar tu diversidad o exhibirla, con sus consecuencias.
A las personas nos cuesta encontrarnos con gente diferente a nosotros. Tenemos miedo de ellas. De ahí las reacciones.
Somos tan primitivos como hace cinco mil años. En esa época, si no eras de la tribu, eras enemigo. Y todavía no hemos aprendido a convivir con los diferentes. Tómatelo como primitivismo o como una forma de no aceptar nuestra debilidad y nuestra inseguridad.
Por ello, todo el que sea diferente por cualquier característica física o psicológica,tiende a ser discriminada. Hay que aceptarlo. Y habría que luchar contra ello. No se trata de xenofobia o racismo. Discriminamos al alto, al bajo, al gordo,al...
En teoría, estamos en un país democrático, pero una cosa son las leyes y otra los individuos. Y ya sabemos cómo reaccionamos.
Tú puedes exhibir con orgullo tus ideas. Debes hacerlo. Y los demás deberíamos respetarlo. Tenemos que aprender a respetarnos. Y si alguien te llama "rojo de mierda", que lo diga. Son tus ideas y ya está. La clave está en aprender a respetarnos los unos a los otros.

Anónimo dijo...

nuestra bandera es muy bonita roja amarilla y roja con su escudo.

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